¿Conducir?... no, mejor caminar

Normalmente me gusta caminar, me ayuda a pensar, meditar, doy vueltas aquí y allá, bueno, es así desde que recuerdo, despejo mi mente y gano tranquilidad.

El domingo cambie de opción, un adulto soy, salí a manejar, estuve paseando, pensando, recordando... y sin notarlo, llegue a calles olvidadas, peor aun... más recuerdos... aquellos que entorpecen los actuares, perdiendo la concentración en lo que haces, sin querer... mis ojos se llenaban de imágenes, mis oídos de voces, mis manos no conducían mas, acariciaban el timón, todo producto del fulgor de aquellos días, del recuerdo de aquellos que no volverían, alegrías opacas hoy.

Mejor me voy (pensé), pero seguí por el mismo camino, siguiendo aquella historia muerta en vida... la primera vez la vi aquí, nuestro primer beso fue allá, luego nos sentamos acá, la abrace fuerte y después... que ironía, las mismas rutas, con otro hoy seguía... pero eso no importa mas... sin notarlo, seguí acelerando... tal vez mi inconsciente huir quería, de aquellos recuerdos en agonía, de pronto... ¡Dios ¿de donde salio ese anciano?! (derecha)... ¡Un heladero! (izquierda)... ¡Un volkswagen! (derecha)... ¡Un árbol!...

Por algo existen los frenos, recién noto que salí sin documentos, de ahora en adelante, para meditar mejor caminar, así lo único que me puede lastimar son lo recuerdos, gracias a Dios no fue mas que un susto, y con el se fueron también esos sueños... hoy volveré a casa caminado, paseando y pensando, viéndola donde siempre me espera al salir de la oficina, para conversar, jugar, bailar por la calle como si no hubiera nadie mas, llegar a nuestro parque y abrazados descansar, aunque la verdad es que a mi lado nunca mas esta, me tendré que conformar hoy con pensar, que sin mí, ella feliz un día será.