Pisoteados

Era viernes, llegaba tarde a casa, de madrugada... sin embargo no importaba... total, ya nadie me esperaba... decidí caminar un rato, paseando, pensando... aquella noche, algo acalorado... llegue sin notarlo a ese parque ya olvidado...

¡OH sorpresa!, que escena mas escalofriante... un pobre inocente, de rodillas, frente a una inconsciente, con una cantidad incontable de rosas en el suelo, el hombre sollozando, decía palabras inentendibles... si, solo palabras, con lo agudo de su llanto no terminaba una oración entera, y ella, sin ninguna pena, la espalda le daba, con si no fuera gran cosa...

Decidí seguir mi camino, como si no me importara... al final, no es asunto mio... pero que gran lió, mirada aquella... sus ojos se cruzaron con los mios, y como si de una gracia gozara, su rostro ahora una sonrisa mostraba... sonrisa maliciosa y encantada, que mujer mas mala... solo eso pensaba, mientras aquel ya la mirada bajaba, y sin ninguna opción sus flores levantaba... una voz me dijo... sigue adelante, no voltees... no puedo, curiosidad mía... la vi pisar las que quedaban, mirarme como si nada y caminar detrás mio...

Recordé el día que se me ocurrió regalar una de aquellas... doblada, aplastada, y en el fondo de un bolso guardada... dijo que se avergonzaba, y ¿como no?... cualquier gesto mio la haría sentir culpable... recordar pecados que su alma guardaba... ¿cual seria el crimen de aquel?, que merezca castigo tan cruel... entiendo lo mal que se siente, pero, por el no puedo hacer nada... en verdad esto te hará mas fuerte...

Quede un momento petrificado, ella paso a mi lado... alzo un poco la mirada... al verme , nuevamente una sonrisa enseñaba... que desgracia, hice como si no lo notara... serio, y en medio de la calle parado... mejor voy a casa... paseando, pensando... existen realidades peores que la mía, Dios quiera que nadie mas pase por eso un día... pero aquellas, siguen jugando con las vidas, que desgraciadamente llegan a sus manos... sea como sea, nadie merece ese maltrato.